lunes, 2 de noviembre de 2015

Disfrutar del trayecto


Hace una semanas, los auriculares de mi móvil fallaron y deje de hacer el camino al trabajo escuchando música, y me ha sorprendido de todas las cosas que he vuelto a ver y escuchar.

Y le encontré sentido a una frase a la que no le veía mucho significado “el que tenga ojos para ver que vea, y el que tenga oídos para escuchar que escuche”. Al oírla siempre pensé, pues obvio para qué se van a utilizar los ojos y los oídos. Al estar estas semanas sin auriculares, he vuelto a disfrutar de todas esas cosas que antes veía y escuchaba.

He saludado a personas al cruzármelas, he ido disfrutando de cada escena que me encontraba a mi paso, he conocido a personas en el autobús, me he reído del arte que tiene la gente al hablar, he sido consciente de las necesidades de los que entraban en el bus, he disfrutado del encuentro con compañeras de trabajo y he cantado en la calle sin música.


He disfrutado del trayecto en definitiva, no digo que no compraré otros auriculares, pero sí que restringiré su uso, en los lugares donde tenga a personas próximas. No quiero perderme este tipo de experiencias, que últimamente ya había olvidado: reír con el arte de la gente, conocer a gente nueva, aprender de lo que me rodea, encontrar oportunidades, disfrutar del paisaje, estudiar comportamientos humanos, y sorprenderme maravillosamente con los pequeños detalles. 

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