martes, 9 de mayo de 2017

Yo fotocopiaría la actitud de esa madre para regalarla.


Los doctores "sonrisa" de Cantabria
Hoy mientras esperaba en la sala de espera de la consulta del médico, llegó una mama con una niña rubita preciosa. La consulta del pediatra esta al lado de la mía. Su madre llevaba un papel de una receta escrita y esperaba su turno.

La pequeña le preguntó: ¿mami, qué pone aquí? su madre le dijo: “pues aquí pone que Pepa Rubia Pérez (el nombre de la niña que no voy a repetir por su intimidad) tiene que ver ahora a su maravilloso e increíble médico, el Dr X (le llamaremos así también por el mismo motivo)”.

Entonces la niña le señaló otra línea de letras y le dijo: “ y ¿qué pone aquí?”, pues ahí pone que el buenísimo Dr X le dirá a Pepa Rubia Pérez, que esta un poquito malita, pero que muy pronto va a estar bien.

Después de cada una de las respuestas de su madre ella sonreía complacida.

Y por último, le pregunta ella: “¿y aquí?”. Pues dice que ese super Doctor.... le va a dar un jarabe muy bueno y unos sobres mágicos que la van a poner buena a Pepa Rubia Pérez.

Al llegar a esa respuesta ella dijo: ¡No, no, no¡ no quiero tomar jarabe. ¡Que no, que no¡.

Y su madre le dio la vuelta al papel y le dijo: ¡ Ah, se me olvidaba leer esta parte, dice que el Dr X, le dará un jarabe que tendrá sabor a chucherías y que estará tan rico que a ella le gustará cada vez que se lo tome y se pondrá buena muy rápido, con ese jarabe tan rico¡ ¿vale?.

La pequeña sonrió y afirmó con su cabecita de rizos rubios.
Se abrió la puerta, salió otra mama con su hijo y su madre le dijo a la pequeña, que suerte, ya podemos ver a nuestro maravilloso Dr X, toma y le das tú el papel. Y ella entró con la mejor de sus sonrisas dándole a su amigo el doctor la receta seguida de sus padres.

Y pensé ¡que maravillosa madre¡, que es capaz de utilizar su imaginación, reutilizar el amor y la confianza de su hija hacía ella para canalizarla a ese doctor, y conseguir con sus palabras que diesen ganas de entrar, de tomarse el jarabe, los sobres, o lo que fuese que le diese ese "increíble doctor".


Como cambian las cosas explicadas de un modo o de otro, como cambian los niños cuando sus madres van con ese grado de empatía, animo, y disposición a hacer hasta la experiencia "de que te vea el doctor" un momento único y maravilloso. Yo fotocopiaría la actitud de esa madre para regalarla.