lunes, 7 de julio de 2014

Correo interno, mensaje de texto, mensaje de voz, … pero ¿y el mensaje cara a cara?



En las empresas como en nuestra vida privada ha llegado la tecnología y ha modificado nuestro modo de relacionarnos con nuestro entorno, compañeros, clientes, jefes, etc.

Y por supuesto que ello ha traído muchas ventajas a nuestra rutina diaria entre ellas las siguientes:


  •  Rapidez
  • Poder acceder a alguien cuando no esté físicamente en su lugar de trabajo 
  •  Dejar por escrito lo que hemos dicho (sobre esto será interesante hablar en otra ocasión sobre el modo de escribir en el trabajo y elegir bien las palabras para que ese mensaje no sea un arma arrojadiza ja, ja)
  •  Ahorro de tiempo (¿es siempre tanto como pensamos?)
  •  Poder trabajar juntos sin necesidad de estar en el mismo lugar
  •  Validaciones exprés y en el momento sobre el mismo document
  •   Etc.

Pero hoy quiero hablar de algo que hemos sustituido casi por completo y que para el funcionamiento de algunos departamentos no deja de ser  fundamental: el mensaje cara a cara.

Para aquellos departamentos en los que su trabajo depende de otros muchos departamentos (comunicación, atención al cliente, ventas, desarrollo del producto, etc.) el contacto en persona es fundamental y nunca debe de ser eliminado.

Cuando conoces a alguien, hablas con esa persona y le pones cara resulta más complicado ignorar sus peticiones.

Quiero contarles una anécdota que me ocurrió trabajando en comunicación. Cuando necesitas sacar una nota de prensa y la base de la información técnica te la tienen que proporcionar otras personas aprendes cuán importante es que te conozcan, que sepan lo que haces y que tu les conozcas y sepan cuanto valoras su trabajo y lo fundamental que es para ti. Por supuesto y como en las películas omitiremos nombres, departamentos y cualquier cosa que no haga pensar que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia ja, ja. 

A mí me gusta salir de mi despacho y conocer a las personas con las que trabajo, y teníamos un departamento donde la información siempre demoraba mucho para realizar con la celeridad que necesitábamos nuestra labor, eso en la mayoría de las ocasiones ocurre porque el otro compañero no sabe en qué consiste la labor de comunicación y cómo les afecta a las áreas técnicas que una información se reciba en el exterior a tiempo o no. Como no era muy habitual que surgieran noticias relacionadas con ellos, todavía no había tenido el placer de conocerles y charlar un rato con ellos. Le habíamos pedido por email su revisión y el tiempo pasaba y los nervios empezaban a generarse, quizás lo más fácil a corto plazo hubiese sido una llamada a su jefe indicando la urgencia que teníamos de esta información, pero eso a la larga solo nos generaría un mal ambiente y no mejoraría nuestro canal en el futuro. 

Así que en ese momento decidí bajar a conocer a esta persona, pregunte en el pasillo y una de sus compañeras me llevaron a su despacho. Su compañera me presento y empezó a hablarle, pero él no levantaba la vista de su ordenador, así que viendo que ella estaba incomoda y reprimiendo mis deseos de decirle cuatro cosas ante esa falta de educación, le agradecí a ella su ayuda y le dije que ya me quedaba yo en el despacho y esperaba a que él acabase lo que estaba haciendo. Entré me senté en una silla frente a él, y empecé con mi monólogo. Le dije que sabía que estaban muy ocupados, le conté por qué su ayuda nos resultaba fundamental, le hable del tiempo, le dije las ganas que tenía de acabar esa nota porque hasta ese entonces no podría salir a comer… en fin, aunque soy andaluza y tenemos fama de exagerar, prometo que estuve allí más de 20 minutos hablando sola y sin recibir ni siquiera una mirada. Y de pronto, y nunca sabré si fue por eso de que ninguno de los dos comeríamos hasta que no me diese esa información, él levantó su cabeza, y empezamos a trabajar en la supervisión técnica de los conceptos que se utilizaban en la nota. Creo que estuvimos trabajando 15 minutos, pero cuando acabamos, ya nos reíamos y desde aquel día su colaboración fue total, absoluta y tan rápida como necesitábamos (si tal vez tengan razón y fuese solo porque no volviese a su despacho a hablar sola ja, ja ,ja). Este técnico es un profesional al que yo admiro mucho y que tan solo no me conocía y no sabía como mi trabajo dependía de él, estaba demasiado ocupado con su trabajo habitual y no sabía cuán importante era su colaboración para realizar una nota de prensa.

¿Hubiese conseguido lo mismo  tras 20 minutos de mensajes de texto y de voz? Sinceramente no. Conocer a alguien requiere también
un contacto cara a cara y ese no puede ser suprimido en cualquier departamento, y desde luego hay algunos en los que es imprescindible para el funcionamiento de los mismos.