jueves, 11 de junio de 2015

¿Debe enseñar buenos modales una empresa a sus empleados?


Si tuviera que definir los buenos modales, diría que son las normas de cortesía o educación que sirven para mostrar respeto a las personas que nos rodean y que facilitan la convivencia con los demás.

Desde pequeños, en nuestra familia nos enseñaban a decir gracias cuando alguien nos daba algo, a pedir por favor las cosas, a no comer con la boca abierta, a hablarles con respeto a las personas, a no utilizar palabras ofensivas hacia otros, a no interrumpir una conversación, etc. Eran  en los hogares donde se realizaba la mayor parte de esa labor, no había ninguna asignatura en los colegios donde se nos dijese que era necesario asearnos e ir limpios cada día, eran nuestras madres las que nos enseñaban a peinarnos, lavarnos y salir adecuadamente a cada lugar.

Hoy en día tal vez, se ha relajado esa labor en muchas familias, y algo que era obvio porque aprendías de pequeño, no resulta tan natural hoy en algunos casos.

Hace algunos años hablando con un directivo de recursos humanos, nos decía que se estaban pensando en incluir dentro de los cursos de formación a sus empleados este tema, porque se había encontrando con grandes problemas cuando sus empleados tenían que relacionarse con clientes o dentro de equipos con otros compañeros.

Hasta este momento solo habían incluido en algunos niveles cursos de protocolo, para determinados colectivos que necesitaban añadir algo más de etiqueta a algún evento, pero en ningún caso se habían planteado temas tan básicos como lo que nuestras madres decían de “ser educado”.

A lo largo de mi vida profesional he ido meditando mucho sobre esa necesidad, porque en numerosas ocasiones he notado la falta de esas normas de educación. Por ejemplo he tenido varios casos en que he debido afrontar temas tan delicados como hablar  con alguien de mi equipo sobre su higiene personal o algo tan básico como recordar que es necesario peinarse todos los días si en algún momento se tiene que tratar con clientes ( ni que decir tiene que para tratar con compañeros de trabajo).  Y son de esos momentos en que uno preferiría que te tragase la tierra para no tener esa conversación. Aunque solo tienes dos opciones viables o tienes esa charla o compras las mascarillas de gas para sobrevivir a las reuniones.

También he presenciado el trato de algunos responsables a los que mi madre sin lugar a dudas les hubiese castigado el resto de sus vidas por el trato otorgado a las personas de su equipo, por ejemplo: pelear a una persona delante de todos sus compañeros degradándolo con sus palabras, tener en su despacho esperando a un empleado mientras esa persona atiende una llamada personal durante más de 15 minutos olvidándose que le tiene allí de pie frente a él, no reconocerle a equipo el trabajo por el que él ha recibido el reconocimiento de sus jefes, etc.

Quién de nosotros no ha estado en una reunión escuchando al ponente, y ha mirado alrededor y ha visto a la mitad de los presentes jugando con el móvil. O quién de nosotros no ha entrado en un lugar diciendo buenos días y no ha recibido ni una contestación. Y yo tengo que confesar que un día conté con cuantas personas me encontraba desde que entraba, subía en el ascensor, caminaba por los pasillos y llegaba a mi despacho y fueron 22 y de ellos solo dos personas respondieron a mis buenos días.

En fin, sería muy largo de enumerar las muchas ocasiones vividas, en despachos compartidos, atención al cliente, reuniones de trabajo, ascensores, comidas, etc. donde he deseado que mi empresa impartiese esos cursos.

Tal vez antes no eran necesarios, porque las familias estaban realizando esa labor, pero está visto que hoy en nuestros días, es algo que se ha descuidado en el entorno del hogar. Y puede que pensemos que deba ser una asignatura básica en el colegio mientras las familias retoman esa labor.


Pero está claro que mientras y por el buen funcionamiento de la empresa, tendrá que asumirse dentro de la planificación de los cursos que se realicen.  O eso, o que pidan prestadas unas cuantas madres de las de siempre y se las dejen un par de semanas en cada departamento. 

1 comentario:

  1. gracias por tratar ese tema muy importante:comparto todo lo que menciona es verdad hoy en día se han perdido las normas de urbanidad y relaciones humanas, parece que desde que salieron las computadoras, redes sociales para muchos asido de gran beneficio, pero para otros a sido la perdición de valores los padres no tiene tiempo para educar a sus hijos, a los hijos lo han remplazado con el celular, lo cuidan que se golpee, lo llevan a todas partes, duermen con el , comen con el, viajan con el, trabajan con el y los hijos con otro celular de ultimo modelo. por eso están así las sociedades pobres en valores, hay muy pocos los hogaresque se pueden llamar hogares gracias.

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