miércoles, 6 de marzo de 2019

"Reconocimiento" dentro del departamento de atención al cliente

Sugerencias, peticiones de información y reclamaciones... No veo nada más en los departamentos de atención al cliente, buscas y buscas y sigues sin encontrar ninguna otra opción. 
Y a mi me sigue faltando uno que diga " Reconocimiento" o felicitación si les parece mejor. 
Siempre nos quejamos cuando algo está mal, sugerimos mejoras, o pedimos aclaraciones, pero por qué no tenemos el apartado de reconocer o dar las gracias por una atención exquisita más allá de sus funciones como trabajadores.
Tal vez no tenemos esta opción porque nosotros gente no somos gente agradecida, que nos tomemos un tiempo para escribir una nota cuando la calidad de la atención recibida ha sido excelente o tal vez porque las empresas piensan que tener empleados que sobrepasen el nivel de lo bueno es normal.
En cualquier caso, yo no me rindo, sigo mandando email para enviar lo que no se me deja hacer a través de estos apartados de atención al cliente.
El lunes fui al Corte Inglés con mis padres, que como sabéis están mayores. Cómo no quieren el ascensor, porque mi papi dice que el no es viejo 😂, me puse junto a mi madre que le suele dar más cosita al subir y bajar y no me di cuenta de que el papi, al colocar el pie mal entre dos escalones, se había caído. Todo ocurrió muy rápido, cuando mire atrás estaba en el suelo sujeto por tres o cuatro empleados y trate de correr contra las escaleras para llegar a Él hasta que se paró la escalera. Gracias a que iba agarrado y a la rapidez de estas maravillosas empleadas/os, su cabeza no dió en el suelo. Mientras yo lo trataba de levantar y le decía a mi madre que estaba aterrada que se estuviese quieta hasta que pudiese ir a por ella, uno de los empleados subió hasta ella y la ayudo a bajar. Le buscaron una silla y estuvieron pendientes hasta que les dijimos que todo estaba bien. Los nervios y el susto del momento no me dejaron dar todas las gracias que sentía a cada uno de ellos.
Y así fue como al llegar a casa, trate de buscar un lugar para dar las gracias y felicitar a la empresa por contar con esa calidad de capital humano. Yo vuelvo a solicitar un buzón de reconocimiento o agradecimiento, porque hacer bien tu trabajo será tu obligación pero ese nivel de excelencia en tu trabajo debe ser reconocido y agradecido. Mil gracias a todos ellos

viernes, 22 de febrero de 2019

Tener esclerosis múltiple ¿no es suficiente?



Estimados señores de la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía :

He recibido hoy su resolución a mi petición del 28/12/2017  de revisión del grado de discapacidad que tenía concedido en el año 2015, para mi sorpresa. Digo para mi sorpresa porque en mi  ignorancia pensé que esa revisión pasaría porque me valorase de nuevo el médico, el psicólogo y la trabajadora social, pero al parecer no es ni necesario verme ni valorar mi situación 3 años después de la primera resolución. ¡Tienen razón sigo teniendo esclerosis múltiple¡.

Con este escrito, que no pretende ser ya “ni una reclamación al uso”, sólo trato de decirle como me han hecho sentir desde que fui por primera vez y decirles que no se preocupen porque no volveré a molestarles, porque a no ser que mi familia me lleve a la fuerza cuando yo ya no pueda ni moverme ni andar no volveré a un lugar donde no se cansan en hacerme sentir que parece que les estoy pidiendo limosna (nunca les he pedido dinero ni ayuda económica) o que les estoy pidiendo que me reconozcan que tengo una enfermedad que no se la deseo a ninguno de ustedes, que aunque todavía no me ha condenado a una incapacidad fuerte implica diariamente en mi vida muchos síntomas del día a día que hacen que vivir mi vida “normal” sea muy complicado y que ha hecho que ya no pueda hacer muchas cosas sin pagar un alto precio o simplemente no poder hacerlo. Cuando yo solo fui a ustedes, tras estar muchos años escuchando a mis amigos y familia decir que fuese, para ver si de ese modo tenía más posibilidades de encontrar un trabajo, al pensar que esta enfermedad y mi calidad de vida daban obviamente para tener al menos 33% de discapacidad.

Cuando te dicen lo que tienes te cortan la vida, mi primer brote fueron tres meses sin poderme levantar de la cama por el vértigo, porque caía redonda al suelo. Recuerdo aquellos días en mi habitación con la luz apagada, sin ruidos y pensando porque en aquellos momentos el diagnostico fue un tumor cerebral, que con sólo 18 años la cosa no pintaba bien mientras oía a mis padres llorar cuando creían que dormía fuera, pero que al menos mis síntomas tendrían una fecha de caducidad como yo. Un día después de esos tres meses por fin me levante y seguí con mi vida pensando que solo había sido un mal sueño. Pero tras muchos años y casi  por casualidad mi doctora al comentarle que me sentía dormida la mitad del cuerpo y que el cansancio me podía, me mandó a un hospital. Empezaron las pruebas, y tras la resonancia y la punción lumbar vino el bombazo: ¡esclerosis múltiple¡. Una enfermedad degenerativa. Ni en mil años que naciese “elegiría” yo esa enfermedad, la cambiaría mil y una vez por algo que acabase conmigo rápidamente (con el mayor de los respetos a las personas que la cambiarían por la mía, debe ser que yo le temo más a perder mi independencia que a morir), pero uno no elige lo que tiene y empecé a tratar de vivir una vida “normal” como dice mi neurólogo.

A mí cada vez que lo oigo decir todo “normal” me sigue molestando, aunque entiendo que dice todo normal dentro de la esclerosis.  No sé si saben como es mi vida “normal”: vives con un cansancio que nunca has sentido, yo lo describo como cuando una pila se acaba y por más que trates de moverte no puedes, o como si te hubiesen sacado toda la sangre de tu cuerpo, a veces tu propia saliva hace que te atragantes y creas que te vas a ahogar y eres capaz de ponerte de pie en la cama en 2 segundos tratando de buscar aire, el daño que ya tengo en el nervio óptico que aunque es pequeño hace que tenga días de visión borrosa y de pinchazos de dolor al mover el ojo izquierdo como si te estuviesen clavando un puñal desde la parte de atrás del ojo, el dolor se hace tu compañero con descargas eléctricas en el cuello, la mandíbula y la mano y la pierna izquierda, es como si alguien estuviese arrancando a tiras tus músculos a bocados por la placa o daño que tengo ya en el cuello, esta lo del dolor en el pecho (o el abrazo como le conocemos nosotros), que para que se hagan una idea es como si un oso te apretase las costillas cortándote la respiración, de hecho la primera vez que me dio el médico de la empresa me mandó al hospital de urgencia en un coche de la empresa porque pensó que podía ser un infarto, por la noche llegan los espasmos musculares que hacen que mi cama tiemble y que amanezca con moratones como les adjunto en alguna foto que alguna vez mande alguna amiga, por la noche me despierta en ocasiones la rigidez del cuello que da lugar a un dolor insoportable de cuello, cabeza y espalda, las semanas completas de estreñimiento porque la orden que da mi cerebro no llega a mi esfínter (y si ya sé que tendría que estar agradecida porque peor es que no le llegase la orden de cerrarse jiji), y lo que ahora me preocupa más que cambio a veces al escribir o leer palabras o números (eso me ha hecho temblar más que todo lo demás porque estoy tratando de sacarme con 53 años unas oposiciones porque después de tanto conocimiento, y experiencia trabajando y no darme de baja nunca (miento  una, la vez que me hicieron la punción lumbar), ni siquiera cuando he salido de una cirugía menor y me he ido con los puntos y la anestesia al despacho a trabajar, ahora pienso:  y si me empieza a fallar la escritura no sé cómo seguiré con las oposiciones y mi esperanza de que alguien me quiera para trabajar decae aún más), tomando pastillas para la ansiedad que me provoca el Avonex y la situación que tengo de desempleo de más de nueve años y la enfermedad, y…………… para que seguir, si no pretendo contarles a ustedes lo que es vivir con esta enfermedad, pasando revisiones, con analíticas cada seis meses y resonancias cada año, pinchándome el Avonex cada semana con los efectos secundarios que me deja, y con las defensas que me deja activas, que aunque pocas ya me parecen muchas, y jugando a la ruleta rusa en cada golpe, resfriado, etc. que active mi sistema inmunológico. Y llorando del dolor cada vez que trato de coger peso, que va desde un libro a coger en brazos a mis sobrinos o limpiar o pintar o cualquier cosa que implique esfuerzo y que a mí al día siguiente me deja en cama……En fin lo “normal” que dice mi neurólogo.
Mi piel en los días de calor
Y así continúa

Los moratones que me dejan los espasmos












Y con esta vida “normal” harta de escuchar las peleas de mis amigos y familia y desesperada de oír tantos “no” cuando buscaba empleo porque según ellos “tiene usted demasiada experiencia” (que manera más fina de decirme vieja), pero ni quitando del cv la experiencia y formación y dejándola en E.G.B, dejaban de decir tiene usted demasiada….. (claro la edad no se puede esconder) Así que tuve que admitir el consejo de los amigos y familia, que agradecía claro está, pero que yo me resistía porque era como dar otro paso donde en el papel iba a aparecer que ya tengo una “discapacidad” con esta bendita enfermedad. No quería que nadie me mirase como incapacitada, quería trabajar, solo eso. Y acepte, si tenía más posibilidades con un papel donde pusiera lo que vivo cada día, lo haría.

Y fui en 2015, por primera vez, pase por el médico, el psicólogo y luego “esa trabajadora social”. Volví el camino de casa llorando a lágrima viva, como me había dejado “maltratar” y “humillar” así por aquella señora sin decir nada, porque no puedo considerarla profesional a esa trabajadora social. Entre otras lindesas y después de contarle mi situación que llevaba todos esos años buscando trabajo, que estaba desesperada, que vivía sola, que mis padres ancianos me ayudaban con la comida, aunque en ese entonces los pobres solo sabían que estaba sin trabajo, no que tenía esta enfermedad. Me dijo ¿Y cuando piensas ponerte a trabajar? ¿o es que crees que vas a vivir de ayudas toda tu vida? . Yo no podía creer lo que estaba oyendo, le había explicado que había mandado cada día ofertas a cada lugar de España donde salía algo, sabía que estaba soltera y sin hijos, así que debería saber que a nosotros no se nos da ayuda familiar por parte de ninguna institución, ni yo se la estaba pidiendo. Loqueada trate de aguantar el tipo sin decirle lo que merecía y tragando las lágrimas de rabia por estar allí, pero aún antes de salir me dijo, ¡más vale que te pongas a trabajar porque no pienses que cuando te pongas viejas vas a recibir ni un duro¡(como si lo único que yo deseo cada día es conseguir un trabajo de nuevo y volver a sentirme independiente al menos en eso). ¿Por qué no reclamé en ese momento? No lo sé, yo misma no me reconozco, me sentía tan inútil, tan vejada, tan humillada y además yo era la culpable por haber ido. Solo me salió llorar durante horas mientras vagaba hacia mi casa. Cuando llegue a casa, mis amigas me dijeron cálmate, al final tu piensa que esto te servirá de ayuda para tener más posibilidades para conseguir un trabajo, piensa solo en eso. Resultado: meses después recibí una carta donde decían que sólo me reconocían un 10%. Me gustaría que mi cuerpo entendiese eso del 10% y me hiciese la vida solo un 10% más difícil que a los demás. Ahora mismo lo firmaba.

Y volví a escuchar durante dos años, a mis amigos y familia, eso es imposible, tienes que pedir otra cita, no irás sola, verás como te darán al menos el 33%, si con la esclerosis es imposible que no te lo den. Si en la Administración hay oposiciones donde no puedes presentarte teniéndola, inténtalo de nuevo. Y lo hice a regañadientes, y diciendo que si me tocaba la misma trabajadora social no iba a entrar en su oficina, pero fui,  solicité mi revisión en el 2017 y aquí estaba esperando que me llamasen para pasar la revisión, pero para mi sorpresa lo que recibo hoy es un escrito diciendo que después de la revisión (no sé a quién revisaron, a mi desde luego no fue, a no ser que tenga nuevo daño en el cerebro que me haga olvidar las revisiones) sigo teniendo un 10%. Y yo me pregunto ¿no se cansan de “humillar” a la gente?.

Yo no quiero tener esa enfermedad, no quiero tener ningún grado de incapacidad, no quiero estar “normal”, solo quería ya que lo tengo, tener más posibilidades de encontrar un trabajo con mi edad. Y dejar de pensar si lograse sacarme las oposiciones, cómo voy a hacer si me mandan a un lugar donde no haya hospital, cómo sacaré la medicación del hospital cada dos meses, si me pongo mala en un sitio sin hospital, y los días que tendré pedir para ir a un lugar que tenga hospital en ese caso, y…………

SOLICITO: Me gustaría ya que no pienso volver por voluntad propia, que “el trato” y “lo poca cosa que me han tratado hacer sentir” no vuelva a tener que pasarlo ninguna otra persona que sufra como yo esta bendita enfermedad, porque bastante tenemos con sacar energía para no desmayar con nuestro diario vivir.

Y si me permiten un poco de sarcasmo, ojala se pudiesen prestar estas cosas, porque yo iba a dejarles vivir mi vida “normal” un par de meses (no soy mala, solo un par) para que me dijesen si ven mi vida fácil de vivir.

Con respecto a mi solo les quiero dejar con la reflexión que les deje a mis amigos el día en que lo comunique públicamente, porque a pesar de mis muchos momentos difíciles, y de convivir con todo esto, todavía no se me ha desmielinizado la neurona del humor ¡gracias a Dios¡:

¡Exclusiva¡ Hoy quiero confesar como dice la canción…... Hasta ahora solo lo había comentado con algunas personas, por una razón básica: proteger a mis dos héroes ( contárselo no entraba en mis planes, ni lo he elegido, pero siempre hay algo o alguien que decide llevarte un paso más lejos y hoy ha sido el día). Hoy hace seis o siete años, ya ni lo recuerdo jajaja que me informaron que mi sistema inmunologico esta tan loco como su dueña. Que cuando se activa se dedica a jugar a la ruleta rusa, lo que hace que una aprenda a vivir con el riesgo. Cuando escucho a alguien decir que práctica actividades de riesgo, me digo a mi misma, ¡sabrás tú lo que es vivir al riesgo¡ jajaja. En fin yo lo hago, y no pago por ello, es gratis, mi cuerpo lo hace cada vez que activa mis defensas. Por eso es necesario bajarme las defensas y vivir todavía con más incentivos ante cualquier cosa que las active. Mi enfermedad, se llama esclerosis múltiple. Tuve mi primer brote a los 18 años, aunque nunca supe lo que era, y hasta hace siete años no supe como se llamaba este invitado a mi vida. No es que conocerle te de un especial gusto, a veces la ignorancia es maravillosa jajaja. No es lo que soy, es algo con lo que vivo. Mi neurólogo se ríe mucho cuando entro (y eso que no es unas castañuelas) y me pregunta ¿cómo estás?, yo le respondo, pues depende de con quién me compare, con relación a la gente de la sala de espera, estoy divina, con relación a la gente normal, no paso la ITV jajaja. 
Tener este conocimiento te implica ajustar tu estilo de vida, reservando tus energías y aprendiendo cada día y cada momento a dar gracias por detalles que nunca había valorado. Tus días aunque a otros les parecen normales, nunca lo son. Pero a pesar de lo que traigan, siempre me parecen maravillosos, puedo andar, ver, caminar, moverme, hablar, tomar a mis niños en mis brazos a pesar de que luego me tome tres analgésicos para aguantar el dolor, pintar la casa dejando días de descanso por medio y tardando un mes en hacerlo, servir a otros donde me olvido de todo lo que me pueda preocupar de un futuro, y mil cosas. Es verdad que muchas de esas cosas que para otros son cosas normales a mi me cobran como precio un dolor que los demás no conocen o un agotamiento que nadie puede ni imaginar. Yo se el precio que pago por cada cosa y aún así la vida me parece maravillosa. No os miento, tengo mis días no tan fáciles, pero de todos ellos aprendo. Y vivir todo ello con la esperanza del evangelio en mi vida, hace que cada día tenga deseos de no centrarme en lo que me pueda faltar en un momento, sino en lo que todavía puedo dar, que gracias a Dios son muchas cosas. No es mi tema favorito para hablar (sabéis que no me gusta hablar de lo malo de mi vida), me gusta centrarme en todo lo maravilloso y tal vez no me escuchéis más hablar de ello, pero era más fácil decirlo aquí donde estáis todos juntos que ir uno por uno, a los que todavía no lo sabíais. Por lo demás, la actitud en la vida lo es todo, lo he aprendido de grandes amigas a las que les tocó vivir cosas difíciles de verdad, no es lo que te ocurre sino como lo vives. Y yo he decidido que si Dios me conserva el ánimo y el optimismo esto continuará siendo una gran aventura, que como tal no dejará de estar cargada de grandes desafíos. ¡Pero agradezco el haber aprendido que las cosas importantes de la vida son muy pocas, y yo las tengo todas¡ y “lo mejor” siempre está por venir. Eso era todo, no más confesiones jajaja.


¡Que nadie más vuelva a ser tratado así¡ Nos merecemos respeto y dignidad. No hemos elegido lo que tenemos, pero no encontrarán más ganas de disfrutar de la vida. Si aunque nuestra vida sea más "normal" que la de ustedes.