viernes, 22 de mayo de 2020

Liderazgo y unidad

Leí en un artículo de la Vanguardia, sobre los errores de los padres al educar a sus hijos, sobre este concepto que mis padres tenían muy claro en mi casa. Antes de hablar de algo o respondernos una pregunta, ellos establecían un criterio único que era el que se aplicaba y dónde no quedaba lugar para la fisura. De ese modo sabíamos y nos sentíamos seguros cuando nos decían algo, porque nos gustase más o menos, sabíamos que era lo que había. Y podíamos planificarnos porque llorasemos, pataleasemos o gritasemos más o menos eso era lo que se iba a hacer. Es un concepto en liderazgo que es una ley de oro. Yo voy a adaptar esas palabras que iban dirigidas a los padres con nuestro poder ejecutivo.

Disparidad entre los padres / el gobierno.

La falta de unidad de criterio entre las figuras de autoridad es uno de los grandes lastres para educar o gobernar . De entrada, porque si el niño/ ciudadano recibe mensajes contradictorios, si sus progenitores/ líderes  se desautorizan entre ellos, no sabe a quién hacer caso y se siente perdido, sin referencias claras. Y porque a medida que crecen aprenden a utilizar esas discrepancias o diferencias de criterio para hacer lo que quieren.
“Siempre es mejor equivocarse juntos que acertar por separado”, resume Victória Gómez, para quien frases tan populares como “pregúntaselo a tu padre/presidente” o “lo que diga tu madre / vicepresidentes o ministros” son un error.
“Cuando piden o  pasa algo y no se tiene un criterio claro o único, lo mejor es decirles ‘ya lo hablaremos y te daremos la respuesta’, para que vean que la familia / gobierno es un bloque” y puedan estar seguros.
Si no saben trabajar en equipo, tómense su tiempo, encierrense juntos y no salgan hasta no tener unanimidad.
Porque uno de los mayores riesgos de la incertidumbre en liderazgo, es que la gente decida que si los que se les ha nombrado para gobernar un día dicen blanco y al otro negro, se empieza a tener y pensar que la mejor opción es equivocarse o acertar en todo caso uno mismo, y así evitarse esta sensación de ir a la deriva en medio de una pandemia, sin datos ni medidas unánimes por parte del ejecutivo. Y eso en una pandemia, bueno siempre, pero ahora más, es muy peligroso. Tomen asiento, hablen, y hablen y no se levanten de esas sillas hasta ser una unidad compacta. Porque si no la incertidumbre y la deriva acabarán antes con todos nosotros, antes que la pandemia, antes que la crisis económica y antes de esta crispación que genera no tener un poder ejecutivo. !Que se equivocan , pues rectifican!, !que les critican, pues va en su sueldo!, !que les alaban y doran la píldora va en su "sillón "!, si necesitan que les mantengan los pies puestos en la tierra llamen a sus madres o sus amigos de siempre. Gobernar no es fácil , en minoría menos, pero no gobernar ni saber gestionar y dejarse llevar por la deriva es muy peligroso. Por favor, sean uno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario