Los doctores "sonrisa" de Cantabria |
Hoy
mientras esperaba en la sala de espera de la consulta del médico,
llegó una mama con una niña rubita preciosa. La consulta del
pediatra esta al lado de la mía. Su madre llevaba un papel de una
receta escrita y esperaba su turno.
La
pequeña le preguntó: ¿mami, qué
pone aquí? su madre le dijo:
“pues aquí pone que Pepa
Rubia Pérez (el
nombre
de la niña que no voy a repetir por su intimidad) tiene que ver
ahora a su maravilloso e increíble
médico, el Dr X
(le llamaremos así también por el mismo motivo)”.
Entonces
la niña le señaló otra línea de letras y le dijo:
“
y ¿qué pone aquí?”, pues ahí pone que el buenísimo
Dr X
le dirá a Pepa
Rubia Pérez,
que esta un poquito malita, pero que muy pronto va a estar bien.
Después
de cada una de las respuestas de su madre ella sonreía complacida.
Y
por último, le pregunta ella: “¿y aquí?”. Pues dice que ese
super Doctor.... le va a dar un jarabe muy bueno y unos sobres
mágicos que la van a poner buena a Pepa
Rubia Pérez.
Al
llegar a esa respuesta ella dijo: ¡No, no, no¡ no quiero tomar
jarabe. ¡Que no, que no¡.
Y
su madre le dio la vuelta al papel y le dijo: ¡ Ah,
se me olvidaba leer esta parte, dice que el Dr X,
le dará un jarabe que tendrá sabor a chucherías y que estará tan
rico que a ella le gustará cada vez que se lo tome y se pondrá
buena muy rápido, con ese jarabe tan rico¡ ¿vale?.
La
pequeña sonrió y afirmó con su cabecita de rizos rubios.
Se
abrió la puerta, salió otra mama con su hijo y su madre le dijo a
la pequeña, que suerte, ya podemos ver a nuestro maravilloso Dr X,
toma y le das tú el papel. Y ella entró con la mejor de sus
sonrisas dándole a su amigo el doctor la receta seguida de sus
padres.
Y
pensé ¡que
maravillosa madre¡,
que es capaz de utilizar su imaginación, reutilizar el amor y la
confianza de su hija hacía ella para canalizarla a ese doctor, y
conseguir con sus palabras que diesen ganas de entrar, de tomarse el
jarabe, los sobres, o lo que fuese que le diese ese "increíble
doctor".
Como
cambian las cosas explicadas de un modo o de otro, como cambian los
niños cuando sus madres van con ese grado de empatía, animo, y
disposición a hacer hasta la experiencia "de que te vea el
doctor" un momento único y maravilloso. Yo
fotocopiaría la actitud
de esa madre para regalarla.