Es un hecho demostrado, que todos ponemos
mucho empeño para poder iniciar una relación (sea laboral, social, etc.), pero
no muchos de nosotros ponemos el mismo esfuerzo en conservarla.
Creo que todos nos hemos enamorado, y hemos
hecho hasta la imposible por captar la atención de la pareja deseada. Cualquier esfuerzo y
detalle nos parecía poco, si lográbamos lo que deseábamos. Y sin embargo,
cuantas veces oímos:¡ es que ya no me tratas como cuando éramos novios¡.
Pensando tal vez, que una vez conseguido, ya no es necesario hacer nada más, es
algo que ya nos pertenece.
Eso mismo nos ocurre cuando queremos
conseguir clientes, les ofrecemos las mejores ofertas, les dedicamos toda
nuestra atención, toda la amabilidad que poseemos, y les prometemos todo lo habido
y por haber, para que ese cliente se venga a nuestra empresa. Y como decía la película
¿y ahora qué?
La mayoría de las empresas, cambia de un modo
radical su forma de atenderte. Quién de nosotros no hemos dicho alguna vez o
hemos oído a alguien decirnos: “Tantas promesas que me hacíais cuando queríais que
fuese vuestro cliente, y sin embargo ahora me ignoráis” o “Todas las ofertas
que sacáis, es para atraer nuevos clientes” o “No pensáis en las personas que
somos ya clientes”. Creo que a todos nos suena esta situación
Y llegas hasta el hartazgo, hasta el límite
de tu aguante, das el golpe en la mesa, y te marchas. Y justo cuando te has
marchado, te llama tu antigua compañía para ofrecerte alguna oferta, para que
no te vayas, para que vuelvas.
Yo admiro a esas empresas, que escuchas a sus
clientes decir:” no me iría a otro lugar por nada, no solo porque me encantan
los productos que consumo, sino por el modo en que me tratan”. Esos clientes
fieles, que permanecen a tu lado, incluso cuando a veces, no eres capaz de
ofrecer exactamente las mismas condiciones, pero que les compensan por el modo
en que les tratamos.
Siempre digo, que la empresa que logre poner
tanta atención a la retención de clientes, como a la captación de nuevos, se
quedará con todo el éxito en el mercado.